El radicalismo bonaerense escribió anoche un nuevo capítulo de la novela que tiene como argumento central la disputa interna entre el sector de Maximiliano Abad y el que lidera Martín Lousteau.
Derivada de la elección del año pasado que aún no tiene resultado definitivo y ante el inminente vencimiento de los mandatos de las actuales autoridades del Comité Provincia, alumbraba al cierre de esta edición una decisión no exenta de polémica: conformar un “comité de contingencia” que será el encargado de llevar las riendas del partido hasta que vuelva a convocarse a elecciones internas y se defina el próximo presidente.
Apelando al artículo 241 de la Carta Orgánica partidaria, el sector de Abad buscaba que el plenario que se reunía anoche en La Plata votara la nueva conducción provisoria que estaría encabezada por el presidente de la Convención bonaerense, Carlos Fernández.
Exsenador provincial y actual directorio del Grupo Bapro, Fernández responde al esquema del legislador nacional marplatense.
El apuro en concretar el trámite se debe a que los mandatos de las actuales autoridades del Comité Provincia caducan el 28 de este mes. Abad debe dejar la presidencia y no hay nuevo titular electo porque la Cámara Nacional Electoral ordenó volver a votar en mesas de siete distritos en el marco de una serie de denuncias presentadas por el sector de Martín Lousteau.
La interna que protagonizaron Miguel Fernández (impulsado por Abad) y Pablo Domenichini (del grupo de Lousteau) aún no tiene resultado definitivo. La junta electoral partidaria dio vencedor a Fernández y luego el juez federal Alejo Ramos Padilla ratificó, con algunas objeciones, ese resultado. Pero ambas resoluciones fueron apeladas por el la lista opositora por considerar que se registraron diversas irregularidades en el recuento. En las últimas horas se conoció una resolución de la Cámara Nacional Electoral que tomó el reclamo de Lousteau y ordenó volver a votar en mesas de siete distritos.
En ese marco, Fernández no está en condiciones de asumir, de ahí que Abad movió sus fichas e impulsaba la creación del “comité de contingencia” que estaría liderado por el titular de la Convención e integrado por el propio Abad, el secretario General, el Tesorero y dos vocales. Se sumarán un presidente del Tribunal de Conducta, el presidente de la Junta Electoral, el presidente de la comisión Revisora de cuentas, el presidente de la Juventud Radical y el secretario General de la Organización de Trabajadores Radicales (OTR).
Como se dijo, Abad echó mano al artículo 241 de la carta orgánica que establece que cuando se verifique una “emergencia insuperable que impida verificar los actos eleccionarios” se procederá a la creación del “comité de contingencia”. Y así, se terminaría conformando la conducción provisoria que será la encargada de convocar a elecciones en los distritos objetados.
La polémica por esta decisión, está asegurada. Desde el sector de Lousteau la desconocen y no descartan que el Comité Provincia termine siendo intervenido. También apelan a la carta orgánica pero posan la lupa sobre el artículo 245. Allí se establece que las resoluciones que se adopten en función del artículo 241 no pueden afectar o menoscabar el cumplimiento de las “resoluciones obligatorias emitidas por los organismos nacionales”.
De esta forma, interpretan que Lousteau en su carácter de presidente del Comité Nacional, podría disponer la intervención del partido provincial y dejar sin efecto lo que se resolvía anoche.
“Nos oponemos a la trampa a la que nos quieren llevar Maximiliano Abad y Walter Carusso, prorrogando la conducción del Comité Provincia en sus manos ante el vencimiento de los mandatos. Se quieren quedar con el partido para entregárselo a La Libertad Avanza y negociar sus cargos”, acusaron desde el sector de Manes y Lousteau cuando el plenario estaba en pleno desarrollo.
Y en ese marco propusieron la creación de una mesa de diálogo conformada por Pablo Domenichini- Nazarena Mesias y Miguel Fernández-Elsa Llenderozas, últimas fórmulas que compitieron para conducir al radicalismo bonaerense, “a los efectos de que se tomen las medidas pertinentes para garantizar que la UCR integre y encabece una alternativa política alejada de los populismos de Javier Milei y el kirchnerismo, y le dé a los bonaerenses una opción republicana y humanista”.
El control del Comité Provincia es estratégico a la hora de decidir las alianzas para este turno electoral. Abad venía acercándose a sectores del PRO con los que venía conversando la posibilidad de un entendimiento que de alguna forma reeditara lo que fue Juntos por el Cambio. Pero la foto que dos actores centrales del partido amarillo se tomaron con Javier Milei como los diputados nacionales Cristian Ritondo y Diego Santilli, hicieron estallar ese intento.
En ese marco, mientras Lousteau dice que Abad busca llevar a la UCR a las costas libertarias, al presidente del Comité Nacional lo acusan de acercarse a un eventual esquema opositor a Milei en articulación con el kirchnerismo.
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